Nuestra forma de vivir, anclada en las ciudades, en pisos alejados del suelo, nos ha hecho perder el sentido de la vida. Para ello, es conveniente poner nuestro cuerpo en contacto con el suelo el mayor tiempo posible, como hacían los sioux y otras tribus del mundo, ya sea de pie, sentado o tumbado, y con la piel desnuda. La tierra nos proporciona la energía vital que necesitamos, lo que hará que mejoren nuestros músculos, huesos, tendones y articulaciones. Cuando caminamos con los pies descalzos obtenemos todos estos beneficios, de una forma totalmente gratuita, además del bienestar que nos proporciona la energía que recibimos de nuestro planeta Pero la ignorancia, y la vergüenza de salir descalzos a la calle, nos están impidiendo disfrutar de todos estos beneficios… (Ver vídeo).