Chechén, Un Curioso Capricho de la Naturaleza

Las selvas del sur de México y América Central con su abundante vegetación, casi impenetrable, hacen de estos territorios lugares mágicos.

Sin embargo, existen ciertos peligros a tener en cuenta ya que, al menos, 10 especies, de plantas y árboles, son venenosas con solo tocarlas, provocando reacciones bastante dañinas.

Aunque, a veces, la naturaleza se comporta de una forma extraña, como en este caso en el que el veneno y el antídoto crecen uno junto a otro.

Existe un árbol venenoso, popularmente conocido como Chenchén (nombre científico: brownei Metopium) que destaca por tener la savia de color negro. La corteza y las hojas de brownei Metopium contienen una alta dosis de una sustancia aceitosa llamada urushiol, el agente químico activo en la hiedra venenosa y muchas otras plantas.

Cuando esta sustancia entra en contacto con la piel humana se desencadena una reacción química que provoca la aparición de ampollas y dolores similares a una quemadura grave.

Afortunadamente, el remedio crece muy cerca del origen del veneno. A menos de 1 metro de distancia crece el árbol conocido como Chacá (nombre científico: Bursera simaruba) que actúa como un antídoto para Chechén. Los estudios del árbol Chacá han identificado elementos químicos que son beneficiosos tanto de forma individual para el cuerpo humano y también se combinan para producir un poderoso antioxidante. Esta es la clave para detener la reacción del cuerpo a las toxinas en Chechén.

La suerte es que allí donde crece un chechén, al lado siempre nace un chacá, son inseparables en la naturaleza. Quia… ¿Es solo pura casualidad? Desde milenios la tradición maya ha contado leyendas acerca del origen de esta interesante unión.

Kinch y Tizic, eran 2 jóvenes señores mayas que se enamoraron de la misma mujer. Los hermanos eran polos opuestos; uno representaba al bien y el otro al mal. Ambos disputaron un enfrentamiento que termino por matarlos, lo que impidió que pudieran estar junto a su amada. Su última petición a los dioses fue poder verla de nuevo, entonces los hermanos se reencarnan como Chechén y chacá, dos árboles que comparten una misma flor.

De hecho, la clave de la relación entre ambas especies está en las flores y los frutos, ya que en los 2 árboles son muy similares y atraen a las mismas especies de polinizadores que depositan las semillas, donde hay uno de estos árboles, no tarda en aparecer el otro árbol que faltaba completando el increíble vinculo entre ambos.

… (ver vídeo).

 

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