La Espada Mágica de Atila
Los hunos aparecen en Europa en el s. IV, y son mencionados por el historiador romano Jordanes, del s. VI, en su obra Getica. De ellos dice que son un pueblo diabólico, que desciende de brujas y demonios.
Se decía que Atila, el rey de los Hunos, consiguió ser un gran conquistador gracias a que poseía una espada mágica, no era un arma militar cualquiera.
Este gran conquistador creía que la espada procedía del dios Marte, el dios de la guerra, que le había elegido a él para ganar todas las batallas.
Con esta arma, Atila se sentía fuerte e invencible.
El historiador romano Jordanes, cita al historiador Prisco que conoció personalmente a Atila, y relata el origen del arma.
Cuenta que un pastor viendo que una vaca de su rebaño cojeaba, siguió el rastro de sangre para saber cuál era la causa que había herido a su animal, y este le llevó hasta una espada enterrada, el pastor pensó que se trataba de la espada del dios Marte, e inmediatamente decidió regalársela a Atila, pensando que ese arma le daría la victoria en todas las batallas.
En Roma, a Atila se le consideraba un personaje sanguinario, y se comentaba de él que nació para desgracia del mundo romano.
Amiano Marcelino describió la ferocidad, crueldad y desolación que dejaban los hunos a su paso.
Y decía la leyenda que Atila ganaba todas sus batallas gracias a su increíble espada, a la que sus hombres habían bautizado como “la espada del dios Marte”.
Según el relato de una antigua historia de los Hunos, un conocido rey del pasado de nombre Marka, antes de fallecer, ordenó enterrar su espada, porque los dioses así se lo habían ordenado.
Esa espada tenía un destino, aquel que la encontrara sería invencible en el campo de batalla.
Según narra la historia, Atila pensaba atacar Roma, pero por suerte para esta ciudad, unos días antes, murió de una gran borrachera en su noche de bodas.
Atila fue enterrado en un ataúd de oro puro, junto con su espada y un fabuloso tesoro. Y para protegerla de los profanadores, los propios soldados que cavaron la tumba de Atila se quitaron la vida,
.Se sabe que su cuerpo se encuentra en un lugar cercano a la ciudad de Budapest, aunque jamás fue encontrado.
No sabemos si realmente la espada de Atila, era la del dios Marte, y tampoco, si es verdad que poseía poderes mágicos. De lo que sí se tiene certeza, es que Atila, sus hombres, y sus enemigos así lo creían, y esa creencia es la que le dio la fuerza y el coraje para enfrentarse a los más poderosos de su tiempo, y por supuesto, vencer todas las batallas.
Sabemos que la fe mueve montañas, y las creencias forman la realidad en la que vivimos, por eso, la historia de Atila es un buen ejemplo de ello.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir