Las Piedras Torcidas del Valle de Kefrén

En la meseta de Giza, se encuentra una de las construcciones más enigmáticas del mundo, se trata del templo del Valle de Kefrén.

Estuvo cubierto de arena durante miles de años, hasta su descubrimiento en el s. XIX,

gracias a ello se encuentra bastante bien conservado.

Se ha levantado con bloques de piedra cuyo peso puede llegar hasta las 150 toneladas.

A unos 500 m de la pirámide de Kefrén y cerca de la gran Esfinge, se encuentra este templo,

cuyas entradas están custodiadas por esfinges.

En su interior se hallaron estatuas del faraón, pero fueron colocadas en un periodo posterior,

actualmente se encuentran almacenadas en el Museo egipcio en el Cairo.

El suelo es de piedra caliza blanca y las paredes se hallan cubiertas de granito rojo pulido y

el techo descansa sobre unas columnas también de granito rojo.

Todo el templo en su conjunto es una maravilla,

pero lo que más llama la atención son las piedras que parecen como si las hubiesen doblado,

como si se tratara de mantequilla que pudieran moldear a su antojo.

Dan forma a las esquinas y los ángulos, adaptándose perfectamente para entrar entre las piedras adyacentes.

Es algo realmente increíble a lo que los expertos no encuentran explicación.

Su forma de colocar esos bloques nos hace recordar a otras construcciones de diferentes lugares de la tierra,

bastante alejados de esta zona.

Por ejemplo, en Perú se encuentra un complejo arqueológico que utiliza también muros colosales,

se trata de Ollantaytambo, o en Cusco, el templo de Coricancha.

¿No es demasiada coincidencia?

Estas semejanzas son quizá la evidencia de que en el pasado hubo una cultura que gobernó toda la Tierra, hace miles de años.

Porque es demasiada casualidad que todos utilizaran la misma forma de construcción,

y todos conocieran el secreto de doblar las piedras.

Es evidente que nos falta mucho por descubrir sobre nuestro pasado en la Tierra.

Y es posible que el día que encajemos todas las piezas lleguemos a saber quiénes somos realmente, y de dónde venimos.

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